lunes, 23 de marzo de 2009

EL SANTO OSCURO


Había un tono de sabiduría en sus palabras que resultaba imposible no recurrir a él para recibir los sabios consejos de una persona que, aunque solo tienes 24 años, parece poseer el don de descifrar todos los misterios y fenómenos inexplicables de la vida. Y aunque no soy de esos chicos que suelen contar sus historias a santos, sabios u oráculos, ya sea por sed de conocimiento o por culpabilidad, tengo que admitir que la fascinación por escuchar su interpretación a mi relato, como si se tratara de un sueño con números y enunciados enigmáticos, me llevo a sentarme a su diestra y revelar algunas de mis historias secretas guardadas en la mística caja de Pandora. Al empezar el relato algo raro sucedió, note que el aire se sentía mas denso de lo habitual, produciendo un ruido extraño, como si los Elfos, guardianes de la caja, estuvieran incomodo por romper mi promesa de dejar esos secretos ocultos. No se si mi mente me jugaba una broma pero me pareció ver como las nueves se reagruparon formando una especie de figura rara, como una clase de monstruo mitológico. Al no percibir ningún gesto de inmutación en sus ojos me di cuenta que todos esos sucesos pasaban desapercibidos a sus sentidos, como si yo fuera el único que podía ver tales cosas. Pese a las advertencias que emanaban de mi mente como una señal divina para que no prosiguiera mi historia, como si mi vida estuviera conectada con unos hilos invisibles a fuerzas místicas del mas allá, proseguí mi historia, desconociendo por completo su reacción. “Quien lo hubiera imaginado” me dijo, como si aquel misterio fuera del todo impredecible, “De las cosas que uno se entera en esta vida”. Al escuchar sus palabras pasaron infinitas ideas por mi cabeza, quede inmóvil, como en estado de parálisis. Tuve visiones, escuche voces, contemple el camino hacia el cielo, se revelo ante mi la cura del sida (lastima que a estas alturas no lo recuerdo), como si la toda mi vida pasara frente a mis ojos. “¿Qué hubieras hecho tú?” pregunte, preparándome para recibir lo que yo entendía que serian las palabras mas sabias de aquel que había recibido las respuestas a las interrogantes del significado de la vida. “Realmente hubiera hecho mas, porque a diferencia de ti, yo soy más cruel, y aunque no me pasan ese tipo de cosas como a ti, en cierto sentido las he experimentado”. No se que resulto ser mas confuso para mí, si el hecho de que él ya había experimentado lo mismo que yo o las razones que lo motivaron a actuar de una manera que sobrepasaba mis acciones, pero sus palabras finales contestaron todas mis dudas. “Soy como un santo oscuro”, me dijo, mirándome a los ojos, y fue entonces cuando comprendí su sabia lección, y termine dándome cuenta de que todos por mas santos que seamos tenemos un lado oscuro en nuestro interior.

2 comentarios:

DomConde dijo...

eso lo dijo el lapiz clarito: endrogao e que tamo! endrogao e que tamo! por una maldit.a nota! jajajaja :P

Gaviota dijo...

Hola Daniel, me ha gustado todo lo que he visto de tu espacio, por ello quiero que para la proxima semana seas el blogero de la semana, me puedes escribir a vanessaricartguzman@gmail.com para saber si me puedes dar un poco de tiempo para realizarte la entrevista.

Muchas gracias y saludos