A veces me pierdo entre mis olvidos, entre mis sentidos y mis recuerdos perdidos, cruzando el umbral de mis deseos y anhelos olvidados. Donde la soledad es como un castigo que me imponen aquellos que juegan a ser dioses en mi vida. Aquellos mismos que con gran osadía me empujaron a los brazos del viento frío de la madrugada, cuando el rocío se desliza por la tenue brisa cálida que se adueña de las horas perdidas, de los minutos tristes y abatidos que recorren la larga procesión hacia el final de su existencia, de mi existencia. Donde mis días no son días, si no sombras de mis sueños, como un sueño raro, llenos de tristeza y amarguras acompañadas de impotencia, al ver como la vida se gasta en mis días que no son días, si no laberintos rodeados de tristezas, las cuales me invaden y me causan amargura. Y hoy, al cabo de tantos y perplejos años de errar bajo la luna, me pregunto qué fuerza misteriosa escondió mis sueños y mis deseos más secretos, como el castigo que se inflige a los que sin poder alguno desafían a lo desconocido. No porque sienta que mi vida se ha acabado, sino porque me siento cansado, me siento solo, triste, al ver como a otros se le concede el secreto divino que se oculta bajo el mismo sol, y que sin esfuerzo alguna se les concede el poder descifrar los misterios de la vida que realmente es vida. Porque mis días no parecen tener fin, porque me siento solo sin estarlo, porque la alegría se fue de mi vida y mis momentos se han vuelto amargos, carente de rasgo alguno de felicidad. Como si mis quejas fueran opacadas por el eco de mis propios lamentos, como si tras cruzar por el umbral se borrara aquel camino que me llevaría al mismo cielo. No porque mis días pasados fueran mejores, sino porque ya no tengo días, solo tristeza y amargura. ¿Y si hubiera decidido no desobedecer a los que me advirtieron lo que pasaría si descendía de mi lugar santo? Quizás mi vida si fuera vida y no tristeza, quizás mi alma dejara de rogar ser perdonada y el llanto que cae al vacío infinito dejara el sonido del llanto de mi triste recinto sellado.
6 comentarios:
Se lo que se siente cuando los dias se convierten en lagunas negras inrrecorribles. Lo bueno de todo? aprendemosla leccion de la vida
lo mejor de la vida es q cada dia viene detras del otro.
Mano como ta la cosa?
dandome mi vuelton por aca....veo q eres pana de Valentin ese es mi hermanazo...nos vemos te puse en mis enlaces
La verdad me he sentido asi como describes en algunos momentos y la verdad son causados en su mayoria por una 2da persona, pero lo bueno es saber que te queda mucha vida por delante y que con ella puedes elegir ser mejor que antes y vivir una vida real, yo elegi ser mas fuerte que esa situacion y la verdad la vida me afirmo ese pensamiento ya que ahora me siento mas en el camino que nunca. Y conociendote se que tu mas que nadie lo haras muy bien.
tu escribiste eso papis???
Se dice que quien siembra viento, cosecha tempestades... la soledad es el reflejo de corazones frios que no dejan entran rayos de esperanzas, quizas porque guardan en su interior oscuras experiencias malchitas de olvido. Lastima que tu dinamismo, energia y frescura se desdoblen en sombras vacias de existencia y que no hagas nada para abrirte paso a nuevas experiencias.
Soy de los que piensan que cada quien se expone a los dias grises por voluntad propia. Aun en los momentos mas dificiles de nuestra existencia podemos sonreir y hacernos de cuenta que estamos bien
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